Museo de Segovia
1 de septiembre de 2014
30 de septiembre de 2014
Todos los públicos.
Educación, Investigación, Segovia, Cultura, Actividades culturales, Museos, Centros, aulas y yacimientos arqueológicos, Colecciones, Conservación, Exposición
Junta de Castilla y León
Museo de Segovia
Director: Santiago Martínez Caballero
Calle Socorro 11. C.P.: 40003 Segovia.
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Museo de Segovia. Esta fuente fue hallada en las excavaciones que se realizaron en la Plaza de Guevara de Segovia en el año 1996. Se trata de una pieza de vidrio incoloro y translúcido, que presenta pocas burbujas lo que indica una alta temperatura de fusión y que podemos clasificar como fuente, dado que el diámetro en la abertura es superior a los 24 cm y la altura apenas supera 1/7 de su diámetro. Muestra algunas picaduras e irisaciones, ambas ocasionadas por su permanencia en un medio húmedo. Las dimensiones básicas son 32,4 cm de diámetro; 4,8 cm de altura; 21,5 cm de diámetro en la base y 19,5 cm de diámetro en el pie, que es anular. El grosor del cuerpo es variable según las zonas, desde los 03,57 mm hasta los 07,99 mm, así como también lo es el del anillo del pie, con distintas medidas en diferentes puntos. Este grosor acusado es propio de las producciones vítreas a molde y es imprescindible para la realización del tallado. En efecto, la fuente está realizada con la técnica a molde y presenta decoración en relieve en su parte inferior, que se realizó parcialmente mediante tallado con rueda. Ambas técnicas, moldeado y tallado, se aprecian con claridad por la presencia de marcas: líneas del molde, que denotan la aplicación de moldeado por presión, y marcas del tallado posterior en frío.
Se trata de una pieza difícil de datar, al menos valiéndonos de sus características formales y decorativas. La forma es casi exacta a la Isings 97a.b. Se trata de una tipología originada en el siglo II d. C. o a inicios del siglo III d. C., pero que se mantuvo en uso hasta el siglo IV por lo menos. Todo apunta, pues, a una datación tardía, entre los siglos III y V d. C. La propia decoración es también un indicio en el mismo sentido. Los recipientes vítreos romanos de lujo y la fuente de la Plaza de Guevara pertenece a esta categoría suelen presentar motivos figurativos, sobre todo en el Alto Imperio. Esto cambiará a partir del siglo III d. C., cuando la decoración empieza a tender al geometrismo y la abstracción, probablemente por el proceso de “barbarización” que experimenta el Bajo Imperio. El diseño helicoidal que protagoniza la decoración de la fuente es un buen ejemplo de ese tipo de desarrollo geométrico complejo, bastante alejado de los motivos figurativos sobre vidrio propios del mundo romano clásico. (Texto: Elena Torres y María Alonso)
Horario de la visita comentada: