Museo de Segovia
1 de mayo de 2014
31 de mayo de 2014
Todos los públicos.
Educación, Investigación, Segovia, Cultura, Actividades culturales, Museos, Centros, aulas y yacimientos arqueológicos, Colecciones, Conservación, Exposición
Junta de Castilla y León
Museo de Segovia
Director: Santiago Martínez Caballero
Calle Socorro 11. C.P.: 40003 Segovia.
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museo.segovia@jcyl.es
Museo de Segovia. La pintura de tradición islámica en Segovia ha tenido un importante eco desde el siglo XIII, viniendo a constituir uno de los capítulos fundamentales del arte mudéjar en nuestro suelo. En la documentación bajomedieval, se conocía a este tipo de manifestaciones como “pintura de lo morisco” o pintura de “echar cintas”, si bien su uso se retrotrae, al menos, hasta el califato cordobés, y aún subsiste, aunque muy mermado, en los siglos XVI y XVII.
Esta pieza forma parte de un grupo de ejemplares bastante afines: los restos hallados en el Alcázar, las pinturas de la Casa de Argila repartidas entre el Alcázar y el Museo de Segovia y el importantísimo conjunto de la Torre de Hércules. Se trata de zócalos de diferente complejidad ornamental, circunstancia que llevó en su día a J. A. Ruiz Hernando a aventurar una hipótesis sobre su sucesión temporal, en un marco cronológico que la mayor parte de la investigación ha situado entre los siglos XIII y XIV.
Este ejemplar fue ejecutado al fresco, es decir, sobre un revoco de cal y arena aún tierno. La decoración se construía in situ, no empleándose para ello plantillas ni estarcidos. En este fragmento se aprecian todavía varias marcas lineales, así como huellas de compás, permitiendo ofrecer una hipótesis de realización, basado en el desarrollo de una estrella de ocho puntas. La coloración rojiza que domina en estas manifestaciones, proviene de un óxido de hierro, conocido como almagre (del árabe “ma[a]rah”, “tierra roja”).
Estas pinturas se encontraron en la planta principal del edificio en el “palacio” y sus cámaras adyacentes, subrayándose así la importancia de estos espacios con una decoración que fue fruto de la seducción que por entonces ejercía el arte almohade sobre la élite cristiana. Seguramente, el diseño que aquí vemos correspondiente a algo menos de la mitad de un panel convivió con otros motivos, tal y como todavía se observa en la Torre de Hércules, de Segovia. (texto: Rafael Ruiz Alonso)
Zócalo de lacerías. Casa de Argila.
Visita comentada de la pieza del mes: sábados de 13.00 a 13:30 horas.